miércoles, 6 de abril de 2011

En Los Angeles, EE.UU. / Competirán 1500 chicos de 60 paises

El seleccionado Sub 20 de la ciencia

El seleccionado Sub 20 de la ciencia

Para poner a punto sus presentaciones, la semana última se reunió la delegación local que participará en la Feria Internacional Intel-ISEF

Cuando el próximo 8 de mayo se abran las puertas del imponente Centro de Convenciones de la ciudad de Los Angeles, en los Estados Unidos, más de 1500 adolescentes de 60 países ingresarán con la ilusión de obtener uno de los premios internacionales más importantes a los descubrimientos juveniles en la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología Intel-ISEF 2011.
Allí competirán los diez proyectos argentinos ganadores de la competencia nacional, que el año pasado les aseguró un lugar entre los cientos de stands agrupados por categoría, y en los que estos jóvenes investigadores deberán exhibir y explicar sus proyectos a entre 6 y 10 de los 1200 expertos en ciencia y tecnología que actuarán como jueces.
Y el idioma no será una barrera para que nuestro Sub 20 los convenza de que sus inventos o descubrimientos merecen alguno de los Grandes Premios, que en total suman cuatro millones de dólares, o alguna de las distinciones de las sociedades científicas e instituciones de investigación y desarrollo más importantes del mundo. Ya sea porque puedan defender su proyecto en inglés o porque soliciten ayuda a uno de los 500 intérpretes. El año pasado, la delegación argentina obtuvo un segundo lugar en los llamados Grandes Premios Intel-ISEF.
"La calidad de los proyectos que viajarán este año es muy buena -aseguró Mariana Iribarne, gerenta de Asuntos Corporativos de Intel, que trabaja junto con el Ministerio de Educación para la participación de los equipos en la feria-. Los estudiantes que viajan son la punta del iceberg de un extenso camino recorrido en las ferias provinciales y la nacional, en las que participaron más de 600 chicos."
Este año es la 62a. edición de la competencia creada por la ONG Science Service, con sede en Washington (Intel es su principal sponsor desde hace 15 años). Allí, los argentinos compartirán tres días con los autores de los más de 1200 proyectos en 17 categorías de las ciencias.
Expectativa y ansiedad
Todos los equipos se reunieron en esta ciudad para empezar a darles forma final a las presentaciones. Por momentos, era evidente que las expectativas de los docentes superan las de los chicos, que, por ahora, parecen equilibrar mejor la ansiedad por la competencia y el entusiasmo por la aventura del viaje.
"¡Nerviosos, no...! Contentos, sí, porque estamos muy ansiosos por llegar a otro mundo tan distinto del que tenemos", confió Erick Zalazar (18), de la EET N° 2 de Resistencia, Chaco. Con Luis Zampar (19), desde 2009 vienen poniendo a punto un sistema de alarma para el hogar.
Consta de un conjunto de sensores de movimiento, magnéticos o por ultrasonido, que se instalan en las puertas y las ventanas de la casa. Cuando detectan algún movimiento, envían una señal al sistema central, en el que un celular cargado con un crédito de 10 o 15 pesos genera una llamada de aviso al celular del usuario. "Le estamos haciendo los últimos ajustes y metiéndole mucha pila", aseguró Erick.
Dos equipos llevarán proyectos sobre el agua. Uno, de Caleta Olivia, Santa Cruz, puso a prueba un método avanzado de oxidación para purificar aguas residuales de la explotación petroquímica. Para sus autores, Federico Cuilliere y Sebastián Semenza, de la Escuela Industrial N° 1, este sistema sería más eficiente que los tradicionales. En tanto, los alumnos porteños David Varlotta y Ruth Maurete Jaime, de la Escuela Técnica N° 12, presentarán un sistema autónomo de destilamiento de agua que combina la evaporación y la condensación para remover sustancias como el cianuro y el arsénico. El equipo optó por completar el proceso con biotecnología: aprovechó la capacidad del helecho Pteris v ittata para "absorber e hiperacumular" los residuos del arsénico.
El equipo de Nahuel Gaillard y Karen Mogni, de la Escuela N° 18, de San Cipriano, Entre Ríos, expondrá sobre las consecuencias del uso de plaguicidas en los campos de Colonia San Cipriano, mientras que Florencia Baudry y Aylen Caballero, del Instituto San Bernardo, de la costa bonaerense, responderán: "¿Qué onda con nuestras playas?". Aplicando un método de medición adaptado por geólogos del Centro de Geología de Costas, del Conicet, al cordón de dunas de San Bernardo y Costa Azul, confirmaron que la apertura de bocacalles para acceder a la playa modificó un 100% su perfil, no así en Costa del Este, donde se utilizaron pasarelas de madera sobre los médanos.
En tanto, Clara Duarte y Emilce Espinoza, de la EPES N° 78 de Colonia Presidente Yrigoyen, Formosa, explicarán en Los Angeles la importancia de revertir la tala de la espina corona, utilizada como leña y en la fabricación de carbón, porque "al incorporar nitrógeno y materia orgánica" es un recurso natural "restaurador del suelo y purificador del aire".
Braian Lescano, del Centro de Educación Técnica N° 14 Agroindustrial, de Allen, Río Negro, difundirá el alto valor nutricional de los frutos del olmo, las sámaras. También estarán Leonardo Sorasio (18), Nahuel Mirande (18), Federico Burgo (17) y César Acuña (19), de la Escuela de Educación Media N° 5 de Azul, provincia de Buenos Aires. Ellos se convirtieron en verdaderos detectives literarios para responder de dónde proviene el temor a una sociedad secreta que dejó su impronta en su ciudad, la masonería. "Lo más interesante fue ver cómo las primeras personas que entrevistamos se referían a la masonería como a algo tabú -dijo Leonardo-. Pero después tuvieron otro punto de vista. Hubo maestros masones que se enteraron de que estábamos haciendo esta investigación y así pudimos entrevistarlos."
Habilidades matemáticas
Dos equipos demostrarán sus habilidades matemáticas.
Leandro Pérez y José Sales, de la Escuela Provincial de Comercio N° 7, de San Pedro, Jujuy, construyeron un jardín en el patio de la escuela que respeta el número de oro.
Cintia Branca y Yanina Mansilla, de la Escuela de Enseñanza Media N° 318 de Díaz, Santa Fe, construyeron una cinta de Moebius, algo así como una banda con una sola cara, y la aplicaron a una melodía aún más intrigante. "El canon cangrejo", de Bach, se va repitiendo cíclicamente y eso sucede porque tiene la misma cantidad de notas al inicio y al final. Es la representación del infinito", explicó Cintia (18), que con Yanina están realizando los últimos ajustes del proyecto, con la ayuda de un matemático y de un astrónomo. Vehemente defensora de "desestructurar la enseñanza de la matemática", dijo: "Integrar la delegación de la Argentina va a ser una experiencia única".
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